La Cultura del Cuidado es…

…un compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos. También podemos entenderla como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos.

Los cambios sociales se han visto acelerados por la traumática irrupción en finales del 2019 de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV2, que ha dejado importantes consecuencias en los colectivos más vulnerables.

Una sociedad con una esperanza de vida cada vez mayor y caracterizada por diversos cambios culturales, económicos, políticos y sociales, necesita posicionar la cultura del cuidado para dar respuesta a la longevidad. Por otro lado, necesita situarse como eje alternativo en una sociedad donde prima el individualismo.

El cuidado de una persona con demencia sigue teniendo una connotación negativa y muy ligada al estrés y la sobrecarga. En ocasiones, esto deriva en una institucionalización innecesaria, soledad, aislamiento, estigma social o malas praxis en los cuidados. 

Las cifras abrumadoras nos hacen pensar que la sociedad, las instituciones, las asociaciones y los profesionales sanitarios deben adaptarse e implicarse en mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la enfermedad.
Esto implica tanto a los enfermos como a sus familiares y cuidadores, evitando de esta manera la exclusión social y la estigmatización provocada por la falta de información y conocimiento sobre las demencias.

¿Por qué en GALICIA?

Galicia tiene una tasa de envejecimiento del 218% (INE, 2023).
Actualmente es la segunda comunidad más envejecida de España, superada solo por Asturias.
El envejecimiento de la población plantea nuevos enfoques a muchos niveles, entre ellos, el de la economía de los cuidados (trabajos dedicados al cuidado) en el que hay un gran porcentaje de personas mayores receptoras.
Se estima que en Galicia hay 70.000 personas con demencia en Galicia, una cifra que conservará una tendencia alcista debido al acusado envejecimiento.
La demencia es la primera causa de discapacidad en adultos mayores y la enfermedad que genera la mayor dependencia, sobrecarga económica y estrés psicológico en el cuidador.
Si multiplicamos esa cifra por una media de cinco miembros de la unidad familiar, tenemos un total de 352.500 personas en situación de vulnerabilidad.